INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA

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Todos conocemos alguna historia sobre alguna persona con gran capacidad y preparación que fue ascendida a un cargo con liderazgo y fracasó y también conocemos historias de personas que sin tener una gran capacidad y preparación fueton ascendidas a un cargo similar y les fueron las cosas bien. Yo conozco a varias personas a las que les ha sucedido algo así. Algunos de ellos incluso son amigos y otros clientes que llegaron precisamente «víctimas» de esa realidad. ¿Qué marcó la diferencia?
Para el psicólogo y escritor Daniel Goleman, la inteligencia emocional es la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar a pesar de las frustraciones, de controlar los impulsos, de regular nuestros propios estados de ánimo, y de empatizar y confiar en los demás.

Se ha descubierto que la gran mayoría de los líderes tienen algo en común: todos poseen un grado elevado de la denominada «inteligencia emocional». Eso no quiere decir que la capacidad intelectual y técnica no sean importantes, pero lo que sí parece cada vez más claro es que inteligencia emocional es una condición indispensable del liderazgo.

En los últimos años el papel de la personas responsable de una organización ha experimentado cambios importantes y la figura del jefe autoritario ha ido dejando paso a la de un líder que, además de ser buen conocedor del negocio, ahora cuenta con un mayor grado de conocimientos a cerca de cómo funcionan las personas, de sus comportamientos y emociones, lo cual implica que desarrollen su liderazgo, consciente o inconscientemente, con mayor inteligencia emocional. En este sentido el Coaching Ejecutivo y Organizativo está desarrollando un papel muy importante dentro de las organizaciones que apuestan por establecer programas de desarrollo profesional y de liderazgo.

Ahora sabemos que el clima laboral en un equipo y en una organización influyen hasta un 30% en los resultados del negocio, según lo afirman, por ejemplo, Daniel Goleman, Richard Boyatzis y Annie McKee en el libro «El líder resonante crea más». Y que los líderes que dirigen los equipos tienen una enorme responsabilidad e influencia en ese clima, puesto que de él o de ella depende en gran medida el ambiente que se genera en su equipo y por ende sus resultados.

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL TAMBIÉN SE APRENDE

La mayoría de las grandes empresas utilizan hoy métodos a través de los cuales los psicólogos y coaches profesionales utilizan diferentes técnicas para desarrollar «modelos de competencia» que les ayuden a identificar, formar y promocionar a potenciales líderes.

En este aspecto se han determinado diferentes capacidades personales que propician un rendimiento extraordinario de las personas en las empresas:

  • Aptitudes técnicas: Habilidades como la contabilidad, manejo de programas de diseño, conocimientos técnicos sobre determinadas materias.
  • Habilidades cognitivas: Capacidades relacionadas con el razonamiento, argumentación y el análisis.
  • Habilidades emocionales: Capacidad para trabajar en equipo, efectividad a la hora de liderar el cambio.

En este sentido las habilidades emocionales han resultado ser una variable cada vez más importante en los niveles directivos de las empresas puesto que las diferencias en las capacidades técnicas y cognitivas son cada vez menores. Donde realmente el líder marca la diferencia es en sus habilidades emocionales.

Y ahora viene lo más interesante: cualquier persona, con el enfoque adecuado, puede desarrollar su inteligencia emocional.

Las investigaciones científicas demuestran que la inteligencia emocional tiene un claro componente genético pero la educación, el ambiente y las experiencias de vida también tienen una clara influencia. Quizá no podamos saber hasta qué punto es relevante cada uno de estos aspectos pero las investigaciones constatan sin ningún género de dudas que la inteligencia emocional puede aprenderse.

LA IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA

Creo que todos estaremos de acuerdo en que fomentar una adecuada inteligencia emocional en la empresa es un signo favorecedor que repercutirá sí o sí en el rendimiento y en los resultados de las organizaciones.

La comunicación, la confianza y la cooperación son aspectos clave para tener una ambiente de trabajo adecuado y agradable que favorezca el buen desarrollo de los negocios. Por el contrario, la falta de comunicación, la desconfianza y el individualismo es evidente que se refleja en el ambiente y en los resultados de los equipos.

Por esta razón cada vez son más las empresas que deciden apostar por introducir en sus equipos habilidades de inteligencia emocional y Coaching Ejecutivo para lograr desarrollar estos aspectos tan positivos y favorables para la organización y las personas.

Una empresa emocionalmente inteligente tendrá un nivel de comunicación mucho más elevado que le permitirá reducir y resolver muchos de los conflictos que se le presenten. Y créeme, se presentarán. En las empresas y en la vida en general tenemos que lograr convertirnos en «buenos solucionadores de conflictos», porque los conflictos nunca van a desaparecer por completo, aunque utilizando la inteligencia emocional es más fácil reducirlos, aliviarlos y solucionarlos.

LA GESTIÓN DE LAS EMOCIONES EN LOS EQUIPOS DE TRABAJO

En cualquier equipo de trabajo hay unos patrones de comportamiento «negativos» relacionados con las emociones que se repiten con frecuencia: frustración, abatimiento, inferioridad, malestar, rencor, sentimiento de no ser valorado o útil, rivalidad, ira o rabia. Y también existen patrones de comportamiento «positivos» relacionados con las emociones tales como: afinidad, compañerismo, buena voluntad, acuerdo, confianza, buena comunicación, buenas relaciones, sentimiento de valoración y reconocimiento o pertenencia.

El papel fundamental de un buen líder consiste en establecer un estilo de liderazgo que fomente los patrones emocionales positivos y minimice los negativos, y para ello será necesario que desarrolle adecuadamente su propia inteligencia emocional, indispensable para poder entender y gestionar las emociones de las personas que forman sus equipos.

Como hemos ya dicho en otras ocasiones: Los equipos no llegarán más lejos que lo que lo hacen sus propios líderes.

BENEFICIOS DE APLICAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA

A través del Coaching Ejecutivo podemos comenzar a entrenar y ver los beneficios de incluir la inteligencia emocional en las empresas. Para ello es importante saber que esto no es una solución mágica que ocurra de la noche a la mañana, sino que se trata de un proceso de aprendizaje en el que habrá altibajos pero donde cada vez nos iremos dando cuenta de cómo el fomento y el entrenamiento en habilidades emocionales genera un ambiente laboral mucho más beneficioso y sano que repercutirá inevitablemente en la mejora de resultados para la empresa.

Empezar trabajando la inteligencia emocional con los máximos dirigentes y responsables de la organización es un buen primer paso para avanzar en esta línea ya que ellos como máximos líderes son los que más influencia tienen sobre los equipos de trabajo. De esta forma los directivos comprobarían que si consiguen motivar, comprender y tratar mejor a las personas conseguirán que haya un ambiente más colaborativo, mejorando así el ambiente laboral, el trato a los clientes y la resolución de conflictos, lo que se trasladará una vez más a la cuenta de resultados de la empresa.

El coeficiente intelectual y la inteligencia emocional son conceptos diferentes; de hecho, todos conocemos a personas con un elevado coeficiente intelectual, pero una escasa inteligencia emocional. En nuestra cultura ha habido y sigue habiendo un culto a la inteligencia «tradicional», relacionada con aquello que llamamos coeficiente intelectual.

Aunque la inteligencia emocional está en boca de todos últimamente, proclamada incluso como una moda, y por lo tanto muchas veces tratada con bastante superficialidad, la realidad es que en la práctica a menudo no la valoramos lo suficiente, aunque esto está cambiando porque es obvia su importancia, llegando a reconocer algunos estudios que el 85% del éxito profesional se debe a la adquisición temprana de soft skills o habilidades blandas relacionadas con la inteligencia emocional. Un motivo más que suficiente para desarrollar habilidades emocionales que nos ayuden a llevar nuestro desarrollo profesional y personal a un nivel superior, ¿no crees?

Como hemos visto, la inteligencia emocional es la base del éxito y del bienestar de las personas ya que todo lo que hacemos está condicionado por las emociones. Si dejamos que las emociones nos dominen no podemos gestionar adecuadamente nuestra vida profesional y personal. La buena noticia es que con autoconciencia y autorregulación podemos gestionar nuestras reacciones. El mayor error al gestionar nuestras emociones es pensar que no podemos gestionarlas, pero sí, sí podemos. El punto de partida de la inteligencia emocional es la enseñanza socrática de «conócete a ti mismo», algo de lo que ya hemos hablado en otras ocasiones y que es la piedra angular para comenzar a entendernos a nosotros mismos, nuestras emociones y reacciones y las de los demás.

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