ARREGLAR EL MUNDO

Un científico que vivía con preocupación todos los problemas que acechaban al mundo estaba decidido a encontrar por todos los medios una solución. Así, se pasaba días enteros en su laboratorio en busca de cuál sería la mejor solución.

Un día, su hijo de 5 años invadió su lugar de trabajo dispuesto a ayudarle a encontrar una solución a los problemas que tanto preocupan a su padre. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar porque él tenía que trabajar concienzudamente en resolver un problema muy serio.

Pero viendo que era imposible sacar al niño del laboratorio el padre pensó en buscar algo con lo que el niño pudiera distraerse mientras él seguía trabajando en tan ardua tarea de resolver los problemas del mundo.

Entonces abrió un cajón, buscó entre algunas revistas que ya no le servían y encontró una donde venía un mapa del mundo y pensó: ¡Esto es justo lo que necesitaba!

Con una tijera recortó el mapa en varios pedazos y se los entregó al niño con un rollo de cinta y le dijo: «Hijo, como te gustan tanto los rompecabezas te voy a dar el mundo en pequeños pedazos para que lo repares».

El científico pensó que a lo mejor se demoraría muchas horas en recomponerlo o quizás nunca lo lograse, pero por lo menos estaría entretenido mientras él seguía trabajando en cómo resolver los problemas del mundo.

Sin embargo, no no fue así.

A penas había pasado una hora escuchó la voz del niño:

– “Papá, papá, ya lo he reparado, conseguí recomponerlo”.

Al principio el padre no le dio importancia a las palabras del niño. Luego, pensó : ¡No puede ser! Es imposible que a su edad haya conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes.

Así, levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería un trabajo digno de un niño, pero para su sorpresa el mapa estaba completo reconstruido. Todos los trozos de papel habían sido colocados correctamente en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo había sido capaz?

-“Hijo, pero si tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lograste componerlo?”

-“Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado de la página había la figura de un hombre. Así que le di la vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.

Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y me di cuenta que arreglando al hombre había arreglado el mundo.”

(Basado en un cuento de Gabriel García Márquez)