GESTIÓN DEL CONFLICTO EN LA EMPRESA: CUESTIÓN DE PERSPECTIVA
Los conflictos forman parte de nuestra vida personal y profesional. Y son algo natural que se produzcan a la hora de relacionarnos, sin embargo no debemos permitir que nos tensen, nos desgasten y enturbien nuestras relaciones. Los conflictos son a menudo tremendamente frustrantes porque si intentamos evitarlos omitiendo nuestras necesidades, dejamos de tenernos en cuenta y nos hacemos daño. Y si los vivimos con enfrentamiento y lucha también acabamos heridos. ¿Cuál es la mejor estrategia entonces? ¿Cómo podemos gestionar los conflictos de forma positiva?
La técnica de las posiciones perceptivas es una técnica de programación neurolingüística (PNL) que tiene como objeto resolver conflictos. Las distintas percepciones nos permiten reflexionar sobre el comportamiento propio, su interacción con los demás y obtener mayor información.
Los conflictos aparecen cuando nuestros intereses, nuestras necesidades, nuestra comunicación o nuestras creencias o valores chocan con las de otras personas. Oponemos resistencia a cualquier intento de imposición a ser obligados a cumplir, a hacer o querer algo que en nuestra realidad no es aceptable. Por eso cualquier intento de resolver el conflicto imponiendo u omitiendo nuestra perspectiva no funciona.
En palabras de Anthony de Mello: “Si deseas estar plenamente vivo, debes adquirir y desarrollar el sentido de la perspectiva. La vida es infinitamente más grande que esa nimiedad a la que tu corazón se ha apegado y al que tú le has dado el poder de alterarte de ese modo”.
Cuando observamos una situación sólo desde una posición, nuestra perspectiva es muy limitada. Lo que podemos ver, por muy cierto que sea está incompleto y esa falta de información es lo que hace que el conflicto sea inevitable. Porque desde nuestra verdad intentamos modificar la realidad de quien tenemos delante, pero la otra persona está operando desde su posición con la verdad que le da su propia perspectiva. Sí, todas las personas involucradas en un conflicto tienen razón, la suya. Cada persona percibe e interpreta la situación desde su posición y su posición determina lo que quieren conseguir y cómo se comunican. Sólo cuando somos capaces de entender la situación desde todos los puntos de vista, podemos comprenderla y también resolverla de forma efectiva.
Analizar las posiciones perceptivas de un conflicto amplía nuestra perspectiva y ampliar nuestra perspectiva completa la información necesaria para encontrar una solución positiva. No todos los conflictos tienen que resolverse imponiendo o cediendo. Cuando entendemos cómo ve las cosas la otra persona desde su posición abrimos una tercera vía, y un compromiso de llegar a una resolución eficaz para ambas partes.
CÓMO ENTENDER LA PERSPECTIVA DE LA OTRA PARTE
¿Cuánta importancia le das a las prioridades de los demás? ¿Qué impacto tienen sus necesidades en tus decisiones? Ponernos en el lugar del otro para entender cómo interpreta la realidad es colocarnos en una segunda posición perceptiva. Cuando ponemos el foco en sus intenciones, sus necesidades y sus motivaciones, nos movemos desde la posición del “yo” a la suya. ¿Para qué nos sirve y cuándo es demasiado?
La segunda posición perceptiva nos sirve para ampliar la información sobre un conflicto. Poniéndonos en el lugar del a otra persona podemos predecir qué estrategias, lenguajes y enfoques serán los más efectivos para desbloquearlo. Esta es la posición de la empatía, de la comprensión, del querer entender cómo está viviendo otra persona una determinada situación. En esta posición experimentamos algo como si fuésemos la otra persona y nos posicionamos en sus pensamientos y creencias. Adoptamos sus sentidos, sus sentimientos, sus emociones. Nos configuramos como esa otra persona, su postura, su expresión, su actitud. Nos asociamos a esa persona, pero nos disociamos de nosotros mismos. Esto es posible gracias a las neuronas espejo.
Estas neuronas se activan de forma natural cuando vemos a alguien haciendo algo. ¿Cómo? Reflejando el mismo patrón de activación. Sí, para nuestro cerebro es como si estuviéramos neuronalmente haciendo lo mismo que quien tenemos delante. Esta es una habilidad adaptativa que ayuda a relacionarnos y anticipar y a cubrir las necesidades de los demás. Ahora cuando operamos en exceso desde esa segunda posición nos olvidamos de nuestros propios deseos y necesidades y empezamos a vivir por y para otros. ¿Te suena? ¿Qué impacto tiene en ti negarte apara priorizar a los demás? Meternos demasiado en la posición de los demás es una fuente de conflictos, internos y externos, porque negar nuestras propias necesidades tiene un coste físico, mental y emocional y, además, nos puede llevar a esperar que otros actúen de la misma forma y a frustrarnos si no lo hacen.
Una segunda posición sana es tan importante como una primera posición sana. Encontrar el equilibrio entre las dos, nos permite aportar valor fuera priorizando nuestro bienestar.
CÓMO VER EL CONFLICTO DESDE FUERA
Uno de los mayores retos a la hora de resolver un conflicto es su carga emocional. Cuando estamos en una posición de defensa o de ataque nuestro cerebro genera emociones. Estas emociones están diseñadas para maximizar nuestras posibilidades de supervivencia. El problema es que este diseño automático se hizo cuando los conflictos a los que nos enfrentábamos eran mucho más físicos. Casi todos los conflictos a los que te enfrentas hoy no requieren que luches cuerpo a cuerpo, ni que huyas ni te escondas. Todo lo contrario.
Para resolver los conflictos de tu día a día necesitas acceder a las funciones más elevadas de tu cerebro. Y para acceder a ellas durante un conflicto desconectarte de la emoción es una estrategia muy efectiva. ¿Cómo puedes lograrlo? Desde la tercera posición perceptiva.
Desde la tercera posición perceptiva se adopta una posición neutra para observar las posiciones del “yo” y del “tú”, sus relaciones y sus puntos de vista. Nos disociamos de nuestro punto de vista y del de la otra persona y vemos el conflicto desde fuera. Desde aquí podemos analizar las relaciones, las motivaciones y la comunicación de las dos partes y con esa información desbloquear el conflicto.
La tercera posición perceptiva nos permite gestionar las situaciones y las interacciones más desafiantes. En el estado disociado de la tercera posición, podemos observar lo que sucede de una forma neutra y objetiva y podemos asegurar el equilibrio de nuestra intervención en el conflicto.
¿Cómo acceder a la tercera posición perceptiva? Colócate en una posición de observación, distánciate de tus emociones y de las de la otra persona, coloca al mismo nivel sus necesidades y también la tuyas. Esta posición te permite interactuar en situaciones conflictivas con claridad y pensamiento estratégico. Intenta utilizarla por defecto en situaciones con mucha carga emocional, en conflictos o con personas difíciles. Desde ahí, en conexión con tus capacidades de gestión más elevadas, ve moviéndote por las otras dos posiciones para acceder a la información que necesites.
Antes de que te arrastre la carga emocional, vuelve a la tercera posición de base. Importante: utiliza esta posición con intención y con atención, sólo cuando sientas que la necesitas. Quedarnos en ella por defecto nos lleva al estado negativo de disociación de la realidad emocional, a vivir la vida como si no fuera nuestra y obviamente eso ni es sano ni nos interesa.
¿Estás dispuesto a utilizar la técnica de las posiciones perceptivas la próxima vez que te encuentres dentro de un conflicto? Espero que sí y que te aporte buenos resultados en tu proceso de mejora profesional y personal. Si necesitas un apoyo a la hora de implementar esta y otras técnicas sobre resolución de conflictos no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de participar en tu proceso de desarrollo profesional y en el de tu equipo.