ENTRENANDO LA ESCUCHA ACTIVA

 En Desarrollo personal, Desarrollo profesional, Inteligencia Emocional, Liderazgo, Management

Particularmente me sorprendo muchas veces hablando con cualquier persona y puedo asegurarte que no me suelo encontrar con personas que digan cosas poco interesantes. Si escuchas con atención de forma activa y consciente te aseguro que muchas veces descubrirás personas con ideas y opiniones realmente interesantes en cualquier lugar y en cualquier ámbito de la vida.

Escuchar activamente tiene mucho que ver también con aprender a mirar al otro con interés genuino y curiosidad, para intentar comprender y aceptar su postura aunque no la compartamos. La persona que escucha activamente, está presente, mira a los ojos a la otra persona, sin intimidarle, asiente y utiliza expresiones que dan señales de estar siguiendo lo que la otra persona le está diciendo, parafrasea y empatiza con quien le habla con expresiones del tipo «te entiendo perfectamente», «a mí también me ha pasado en alguna ocasión», etc.; y utiliza la herramienta de las preguntas para profundizar y llegar a entender mejor al otro. De este modo generamos en la otra persona una mayor confianza, convirtiéndonos en líderes más influyentes dentro de las organizaciones.

Liderar requiere escuchar activamente a quienes conforman tu equipo y para lograrlo debes estar dispuesto a entrenar tu escucha para aprender de todos y cada uno, sin excepción.

De las cosas más difíciles del arte de escuchar es resistirse al impulso de dar nuestro propio punto de vista en lugar de limitarnos a escuchar y aceptar lo que dicen los demás. Es difícil resistir el impulso no solo a hablar sino también a comunicarnos de manera no verbal con gestos o movimientos que asienten o niegan, afirmando o desaprobando lo que la otra persona dice, pero hacerlo puede ofrecernos una perspectiva sobre lo que sucede dentro de nosotros al escuchar una opinión contraria a la nuestra, algo muy valioso para nuestro propio desarrollo y autoconocimiento.

En ocasiones solo necesitamos ser conscientes de nuestro propio diálogo interno para silenciarlo, utilizar nuestra respiración para anclarnos al ahora y estar muy presentes, desde ahí puede ser que no necesitemos decir nada en muchas ocasiones, solo observar, sonreír si procede y con nuestra sonrisa no ofendemos a quien tenemos en frente (en función de las circunstancias en las que nos encontremos, no es lo mismo estar en una reunión donde tratemos cosas serias e importantes que en una reunión en una feria o en un networking) y mantener silencio, cuando lo que vayamos a decir no aporte nada constructivo.

Mantenerse en escucha activa es todo un arte que se puede aprender con la práctica y que traerá a tu vida una nueva perspectiva, ofreciéndote la posibilidad de darte cuenta del poder que tienes cuando escuchas. Como puedes comprender a algunas personas escuchar se les da mejor que a otras, pero en cualquier caso es una habilidad que puede entrenarse, refinarse e incrementarse hasta convertirse en un hábito.

«Todo conocimiento humano es incierto, inexacto y parcial».

Bertrand Russell

Escuchar no significa estar de acuerdo con la otra persona, sino reconocer la legitimidad de un punto de vista diferente al nuestro, dándonos la oportunidad de aprender algo de ello y aceptando la posibilidad de que existen numerosas verdades y de que entenderlas todas puede llevarnos a una verdad mayor.

A partir de ahora espero que prestes más atención a tu escucha activa y puedas poner en práctica esta habilidad tan importante para mejorar nuestra comunicación y establecer relaciones más auténticas dentro de nuestras empresas, algo que conducirá a un mayor grado de satisfacción para nuestros clientes y dentro de nuestra empresa, lo que producirá irremediablemente mejores resultados en nuestros negocios.

Empecemos pues a entrenar y practicar la escucha activa. ¡Te sorprenderán sus resultados!

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